sábado, 28 de marzo de 2009

Proceso personal de aprendizaje. PEC 1.3.

Durante la elaboración de la miniactividad PEC 1.3. me he aproximado al conocimiento real de los conceptos de Ciencia, Tecnología, Sociedad y Educación, la evolución que han sufrido a lo largo de los años y la estrecha relación que mantienen.
Por otro lado, la utilización del recurso cmap, me ha resultado de gran utilidad y eficacia para mi desempeño profesional. La mayor dificultad en su empleo, desde mi punto de vista, es la correcta elaboración de los mapas conceptuales, ya que no estoy muy acostumbrada a hacerlos con contenidos del calibre de la asignatura.
Respecto a los vídeos colgados sobre mapas conceptuales por la consultora, me parecen destacables los presentados para la etapa de Educación Infantil y, por supuesto, los voy a llevar a la práctica.
Como anécdota, comentar que el aprendizaje de los niños con TGD se basa principalmente en la imagen, por lo que los mapas conceptuales le clarifican y relacionan la información, al igual que al resto de los alumnos, con y sin necesidades educativas.

A nivel teórico, en la actualidad, muchos países incluyen en sus currículos de la educación básica objetivos y contenidos que tratan de contextualizar más socialmente la enseñanza de las ciencias. Se pretende formar a los estudiantes para que sepan desenvolverse en un mundo impregnado por los desarrollos científicos y tecnológicos, para que sean capaces de adoptar actitudes responsables y tomar decisiones fundamentadas (Aikenhead 1985) frente a esos desarrollos y sus consecuencias. Así, por ejemplo, se afirma en los National Science Education Standars, auspiciados por el National Research Council (1996): "En un mundo repleto de productos de la indagación científica, la alfabetización científica se ha convertido en una necesidad para todos".
Por otro lado, diversas investigaciones han constatado que, en la educación obligatoria, la impartición de sucesivos cursos de ciencias no logra incrementar, como sería lógico, el interés de los alumn@s por estas disciplinas. ¿A qué puede ser debida esa indiferencia o desinterés del alumnado hacia el aprendizaje de las ciencias? ¿Tiene alguna responsabilidad la propia enseñanza de las ciencias? ¿Están presentes las relaciones CTS en los libros de texto? ¿De qué manera son tenidos en cuenta?
Recientemente, se observa una progresiva introducción de contenidos CTS en algunos textos de ciencias de primaria y secundaria, pero no se puede decir todavía que estos aspectos tengan una consideración adecuada en el currículum. Algunos trabajos, han puesto de manifiesto que muchos libros de texto muestran una imagen de la ciencia distorsionada, que no tiene en cuenta las complejas interacciones CTS. En general, se ignoran también los aspectos históricos en la imagen de la ciencia que se transmite y, muchas veces, cuando se utilizan, se introducen tergiversaciones y errores históricos (Solbes y Vilches 1989, Solbes y Traver 1996, Romo 1998). No se muestra adecuadamente las relaciones entre la ciencia y la tecnología. Se citan simples aplicaciones técnicas de la ciencia pero sin plantear sus relaciones en ningún caso, sin tener en cuenta que, en muchas ocasiones, la frontera entre ciencia y técnica no está bien delimitada y que uno de los motores del progreso científico es el intento de solucionar algún problema técnico, lo que muchas veces ha permitido el desarrollo del conocimiento científico básico. Generalmente, no se muestra el papel jugado por la ciencia en la modificación del medio, en el cambio de las ideas, en la propia historia de la humanidad o, en sentido contrario, se olvidan las notables influencias de la sociedad en el desarrollo científico. No se contribuye adecuadamente a mostrar el desarrollo científico como fruto del trabajo colectivo de muchas personas, sino más bien al contrario, se favorece una imagen tópica individualista de los científicos y escasísimas científicas, como personas que trabajan y descubren en solitario.
Por este motivo, en algunos países está teniendo lugar una reforma educativa en la que se contemplan objetivos actitudinales, así como la necesidad de incluir aspectos de relación ciencia, tecnología y sociedad en el currículum.
Como profesionales de la enseñanza es fundamental que comprendamos el enorme papel que la educación científica debe jugar en la preparación de las personas y en la conformación de unas nuevas actitudes que incluyan los saberes científicos y tecnológicos necesarios para hacer en la práctica una organización social global que sea cada vez más participativa, abierta, colaborativa, respetuosa, solidaria, etc.